La creadora de espacios gastronómicos emblemáticos de Buenos Aires le imprimió su identidad al multiespacio que funciona, a la vez, como base laboral y vivienda cuando está en la ciudad.
“Cuando entré, me di cuenta de que era el lugar que necesitaba, porque, aunque estuviera en pésimas condiciones, también estaba lleno de arte: cinco artistas lo usaban como atelier. Ahí mismo me propuse conseguirlo”, cuenta sobre la propiedad Eme Carranza, diseñadora al frente del estudio que lleva su nombre, especializado en la ambientación (alucinante) de bares y restaurantes, como Niño Gordo, Tora, El Preferido, Cochinchina y La Uat.
“Quería que, desde afuera, se notara que es un galpón, pero que, una vez adentro, aparecieran bloques con muchas situaciones en simultáneo”. Después de reforzar la losa del taller-showroom, armaron este techo verde hasta con una ducha para refrescarse en verano. Gentileza Laura Macías Acuña.
“Me gustan los lugares que ya tienen una personalidad; es interesante el encuentro de ese espíritu con la persona que llega para habitarlo. Acá empecé a armar todo muy a mi criterio, porque tenía que responderme qué soy y qué necesito.”
Eme Carranza, diseñadora y dueña del espacio que ella mismo reacondicionó
Las carpinterías, barandas y escalera fueron hechas en hierro por el estudio Oficios Asociados, y pintadas con un tono de rojo. El piso del balcón-terraza y los escalones son de hormigón alisado. Gentileza Laura Macías Acuña
Mirar hacia adentro
Acostumbrada a crear espacios y experiencias para sus clientes, esta vez, junto con su equipo,tenía que pensar el concepto que quería para ella misma y para “la primera base sólida del Estudio en 8 años”.La propiedad tiene una pequeña casa adelante y un viejo galpón ferroviario al fondo, al que le vio potencial para transformarlo en su nueva vivienda y estudio. En la planta alta, que tiene acceso independiente desde el patio, armó un loft con cocina y living integrados, balcón y dormitorio.
De un tono arena desarrollado especialmente, el estuco de las paredes crea un ambiente rústico que contrasta con el interiorismo. Gentileza Laura Macías Acuña
“Soy expansiva, y para crear necesito un espacio amplio, sin muros, que se pueda transformar. Quería vivir en un lugar que no fuera una casa ‘normal’”, cuenta sobre este proyecto, lejos del deber ser y cerca de sus deseos.
Alfombra de diseño propio tejida artesanalmente por Mooody Rugs. Sillones ‘Togo Tabaco’ (Landmark). Mesa de arrime italiana, traída de un viaje. Lampara de techo (Eme Carranza). Gentileza Laura Macías Acuña
Eme Carranza en la alfombra que pensó según sus costumbres: “¿Voy a poner una mesa, si me encanta comer en el piso, estirarme y bailar? No, lo que va es una mega alfombra”. Gentileza Laura Macías Acuña
“Antes de empezar, como ejercicio, dibujé la casa donde crecí. Hice la cocina gigante (aunque no lo fuera) porque pasábamos mucho tiempo ahí. Entonces ‘vi’ cómo tenía que ser esta: generosa, un espacio de reunión”
Mueble bajomesada con frente varillado (Eme Carranza), estructura que se repite para contener la heladera (Samsung). Mesa con tapa de mármol (Canteras del Mundo). Sillas (Landmark). Piso de hormigón alisado. Gentileza Laura Macías Acuña.
Alzada y mesada de Silestone con bacha integrada (Forte dei Marmi). Grifería (Peirano). Gentileza Laura Macías Acuña
Función y trama
“Los baños suelen ser chicos en relación a sus funciones. Quise resetear ese concepto: este tiene un sector de sanitarios, otro de tocador y otro con bañadera y espacio de guardado. Puede haber tres personas sin molestarse”, explica sobre este baño en el que las tramas son protagonistas, decisión que tomó en todos los de la propiedad.
Azulejos (Eme Carranza por Azul Marino), bañadera vintage y grifería ‘Fabric Black’ (Peirano). Los placares son obra de Oficios Asociados. Gentileza Laura Macías Acuña.
También trabajar
Durante el desarrollo de este estudio-vivienda, su propia vida también cambió: “Hice un viaje, me enamoré y decidí instalarme en Lisboa. Pero el equipo disfruta al máximo el estudio y yo sé que, cuando estoy en Buenos Aires, ese es mi lugar. El galpón me cambió. ¡Me dan ganas de trasladarlo adonde vaya!”, dice. Además de un estudio de fotografía (que pronto sería el showroom de su línea de muebles), en la planta baja hay un estudio interdisciplinario. Al llegar estaba subdividido en tres, pero enseguida decidió demoler los muros y abrir. “Una de las cosas más lindas es que los proyectos pasan por varios equipos: por eso compartimos el espacio”, cuenta. En plan industrial, al reacondicionar la losa dejaron las columnas estructurales, las vigas y las bocas de ventilación a la vista.
Junto a con pareja, Tiago Raimundo –ingeniero y director creativo especializado en hoteles y nightclubs–, Eme fundó Rebel Rebel Design, el estudio con el que llevan proyectos internacionales y ya crearon el concepto de Florería Atlántico (Barcelona), Salmón Gurú y Zíngara (Madrid). Gentileza Laura Macías Acuña.